sábado, 12 de noviembre de 2011
Mañana te veo
Tengo pena, madre mía, pena por volver a verte, pena por volver a encontrarme contigo pero, sobre todo, siento pena por volver a dejarte.
Mañana te veré. Tus hijos de Almería irán a tu encuentro un año más para que repartas tus bendiciones a todos y cada uno de ellos. Volveré a pedírtelo, Reina y Señora de las Marismas. Y, una vez más, tendré que despedirme de tí. Hasta mayo, si él quiere.
Dios te Salve, Reina y Madre de Misericordia,
Vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve.
A ti clamamos los desterrados hijos de Eva.
A ti suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lagrimas.
Ea pues Señora Abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos Misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús
Fruto Bendito de tu Vientre.
Oh Clemente, Oh Piadosa, Oh Dulce Virgen María.
Ruega por nosotros Santa María Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas y Gracias de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.
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